Salimos a las 5, horario normal de salida todos los días exceptuando el viernes... Llegamos agotados a casa y a esperar que nuestro padre hubiera, al menos, limitándose a comprar aunque fuera un pedazo de pan.. Y eso fue lo que sucedió; entramos a la casa, e inmediatamente la mesa estaba puesta, con platos llenos de comida... Me pareció realmente extraño, como a mis hermanos... Algo le había pasado? Me pregunté mil y un veces, pero no llegué a una repuesta concreta. Tan solo me senté en la mesa a comer, para después ir a entrenar y luego a darme un baño y dormir para ejercitarme en la mañana
-Shad, se puede?- dijo Meph, abriendo la puerta de mi cuarto
-Ya estás adentro jajajaja- reí, y le hice señal de que fuera junto a mi
-Oye, te digo la verdad? Tengo mucho miedo de ir a ese concurso, y si me eligen a mi? Sé defenderme y todo, pero no sé quienes vayan, si son más fuertes o no, y es a muerte! Yo no soy una máquina de matar- me dijo
-Ten por seguro que si te vas, me voy contigo... Y te llevaré hasta el final de la pelea. Te lo prometo, por el dedito!-
-Sale!- y me contestó con su dedito
-Corre mono, ve a dormir-
-Jajajajaja! Nooo!- gritó y me agarró a almohadazos
Ashura entró y nos dijo: "lo quieren despertar?!" Tan solo miramos al piso en señal de "lo siento", pero Mephiles agarró la almohada y le dio a Ashura, convenciéndolo para que se uniera a nuestra batalla... Hasta los 3 terminar tan cansados quedándonos dormidos.
A la mañana siguiente, apenas era miércoles, y el calor ya era insoportable en las mañanas, y en la tarde ni se diga; así que íbamos despertando y a práctica de natación; porque no muy lejos de la casa había una alberca olímpica... Pero lo malo era que mi padre siempre iba a ver como entrenábamos, y como éste sabía todas las pruebas de aquel concurso, nos estaba jodiendo la vida entrenando...
-Shadow, no pares!! Sigue nadando!!!- me gritó
-Necesito descansar!! Llevo casi 30 vueltas!!!-
-Y yo te dije 40, cierto? Y faltan 15 minutos! No vas a poder ni llegar a 35! Llevas 28! Ya deja de holgazanear y muévete!- dijo, y acto seguido, me tronó los dedos
Me sumergí y grité. Todos sus malos comentarios me dañaban y me llenaban de ira... Yo trataba de hacer lo mejor y a él le importaba más la jodida inmortalidad del cangrejo... Y solo lo hacía conmigo, por qué? Porque siempre fui el consentido de mi madre, y me tenía celos de que me hacía más caso a mí que a él
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